El libro “ Marbella naturalmente ”, publicado por la asociación Marbella Activa en colaboración con la Fundación Fuerte, hace un recorrido por algunos de los rincones naturales más sorprendentes de la capital de la Costa del Sol
A 19 de febrero de 2018. Aunque Marbella es conocida como destino de sol y playa y por su exclusiva oferta de lujo, lo cierto es que también es una de las ciudades más verdes de España. Así, el municipio cuenta con un sinfín de rincones naturales accesibles al público que han sido recogidos recientemente en el libro “ Marbella naturalmente ”, editado por la asociación Marbella Activa, en colaboración con la Fundación Fuerte. Si esta primavera te escapas al sur, no dejes de visitar alguno de estos 7 espacios verdes que podrás recorrer a pie, en bici y en algunos casos en barco:
Ríos de Marbella
Marbella posee 17 ríos y arroyos cuyo recorrido fluvial es, en casi todos los casos, corto. Durante el invierno suelen experimentar grandes crecidas, mientras que en verano su caudal se reduce mucho. Algunos de los ríos como el Guadaiza, Guadalmina, Río Verde y Río Real tienen reconocidos unos extraordinarios valores ambientales con una figura de protección a nivel europeo.
El Juanar
Enclavado en Plena Sierra Blanca, Juanar es, desde hace muchos años, un lugar emblemático y muy apreciado por los marbellíes porque forma parte de sus tradiciones y configura el paisaje físico y emocional de la ciudad. Además, alberga especies de gran importancia desde el punto de vista ambiental como la salamandra penibética, entre otros. El actual Refugio de El Juanar sustituye al antiguo Parador Nacional y otrora Palacio de Juanar, un pabellón de caza construido a principios del Siglo XX por los Marqueses de Larios.
Dunas de Artola
El Monumento Natural de las “Dunas de Artola” (desde 2003) es uno de los enclaves más representativos de lo que fue el gran cordón dunar marbellí. Con una extensión de 15 ha (área protegida) y una longitud aproximada de 20 km, este enclave natural se caracteriza por una estructura compleja de dunas, donde se identifica un amplio inventario de flora y fauna propia de los sistemas dunares escasamente alterados. Si te animas a visitarlas no será extraño que veas algún camaleón recorriendo la zona.
Torre del Cable
La Torre del Cable es un antiguo cargadero que formaba parte de un sistema de tranvía aéreo construido en 1957 que, a través de torretas y un monocable, desplazaba el hierro desde la mina, pasando por encima de la carretera N-340, para que los barcos que no podían entrar en el puerto pesquero por sus dimensiones lo cargaran en sus bodegas. A nivel medioambiental es muy interesante ya que su parte superior sirve de refugio y lugar de nidificación a muchas aves, mientras que en su base sumergida existe un rico hábitat submarino.
Lago de las Tortugas
Este humedal artificial, situado en Nueva Andalucía y construido en 1890 para regadío de la Colonia de El Ángel, ha sido un lugar tradicional de esparcimiento de los habitantes de Marbella por sus bellos paisajes. A pesar de la amenaza de la presión urbanística, todavía es frecuente ver galápagos, especie que da nombre al lugar.
Los Alcornocales de Marbella
En Marbella existen varios alcornocales que son restos de la extensa masa forestal que ocupaba gran parte de la franja costera del municipio. Son pequeños bosques aislados, conocidos como bosques islas, que son muy importantes como refugio para la biodiversidad. Los más conocidos son los alcornocales de Elviria, el de la Mina-Cortijo de Castro y el de Los Manchones.
Sierra Blanca
Debe su nombre a sus cimas blanquecinas, con escasa vegetación. Su pico, conocido como La Concha, es con sus 1215 metros de altura todo un símbolo de Marbella. Sus abundantes recursos naturales han proporcionado sustento a numerosos oficios como cabreros, recolectores de esparto, carboneros y caleros, entre muchos otros.
Nota: el libro “Marbella, naturalmente” está disponible en librerías